YO CONSIENTO, 2004.
Cable de luz y soporte de chapa de alumninio.
170 x 45 x 2,5 cm.
Expuesta en:
2005 Presenzas, Centro Cultural Deputación de Ourense
Sí, consiento es la fórmula que se emplea en el matrimonio civil tras la lectura de los artículos del código civil 66, 67 y 68, en donde se pregunta a los contrayentes si consienten en contraer matrimonio el uno con el otro.
La palabra consentir, utilizada como fórmula de contrato en el matrimonio, es muy significativa porque consentir es otorgar, obligarse, en la palabra latina cōnsentīre que significa «acordar», pero también es soportar, tolerar algo, resistirlo, resentirse, desencajarse, principiar a romperse.
Tú otorgas. Tú aceptas con el matrimonio el contrato de regulación del ámbito de lo privado. Y jugando con la otra acepción, tú consientes en soportar, en resistir en lo privado relaciones de subordinación que están sostenidas históricamente por el uso y la costumbre.
Con el matrimonio se establece un contrato, en teoría entre dos que son equivalentes, pero se realiza en una institución que está sostenida históricamente por una asimetría, por una perspectiva patriarcal en donde a los hombres se les ha dado acceso controlado a los cuerpos de las mujeres y de su capacidad para dar la vida.
En la obra, el Si, consiento, la afirmación del consentimiento, ha sido sustituida por el Yo, consiento. Un Yo que implica un cuerpo que va a aceptar la institución que regulará su carnalidad. Un Yo que principia a romperse en el acto inicial del consentimiento, en el hacerse esposa, en el sujetarse-esposarse, en el inicio de la sujeción.